lunes, 19 de abril de 2010

"Tan Fuerte"


Así es, así es mi Señor...
Tan fuerte, tan fuerte

Así es, su perfecto amor...
Tan grande, tan grande

Su misericordia extendió...
Por siempre, por siempre

Es ÉL, Jehová mi redentor...
Por su sangre, su sangre

También es, también es mi Pastor
Me guía, me cuida

Ése es, ése es mi Dios...
El fuerte, el fuerte

Tan fuerte, tan fuerte
Tan fuerte, tan fuerte

Así es, tan grande es su amor
por tí, y también por mí
que a su único hijo
mandó a la tierra
y un día en una cruz
por tí y por mí Jesús:
Murió..

Y todo calmó
La creación se consternó
Pero al tercer día...

La tierra tembló
El cielo brilló
El coro del cielo cantó
Porque Cristo Jesús...
¡Resucitó!

¡Resucitó!, ¡Resucitó!
Tan fuerte, tan fuerte
¡Resucitó!, ¡resucitó!
Tan fuerte, tan fuerte

Resucitó, resucitó
y el acta de los decretos anuló
La sepultó
era contraria y la clavó
en esa cruz, los despojó
a principados, potestades
y demonios exhibió

Sobre ellos...
¡Triunfó!
Nos liberó
Nos perdonó

Y a su trono de gracia el Señor otra vez...
Ascendió
Tan fuerte, tan fuerte
A lo sumo se exaltó
Tan fuerte, tan fuerte

El acto se consumó
Tan fuerte, tan fuerte

Así es, ese es mi Dios
El fuerte, el fuerte

Jesús, es mi defensor
Tan fuerte, tan fuerte

Mi mano, Él sustentará
Por siempre, por siempre

Y con el esplendor de su gloria
Su reino, continuará...

"Dichoso el pueblo
cuyo Dios es el Señor"

jueves, 15 de abril de 2010

"El Único Refugio Seguro"


Todos los que vivimos en Tampico Tamaulipas hemos sido partícipes de la situación de inseguridad que se vive actualmente en nuestra ciudad. El temor se percibe en las calles, las familias preocupadas por sus hijos procuran no salir de sus casa, y algunos no los envían a la escuela. El tráfico ha disminuído en los últimos días, y la ciudad se mira triste y angustiada. La gente se pregunta cuándo terminará todo esto, y si es que terminará.

Recientemente he escuchado múltiples comentarios y opiniones al respecto, en los cuales la mayoría de las personas concuerdan que en esta época "ya no hay ningún lugar seguro", y que por eso es mejor que hagas lo que tengas que hacer porque "en cualquier lugar te puede tocar". ¿Qué inclreible no? que la sociedad ya comienza a costumbrarse a vivir de esta manera, a la expectativa de que en cualquier momento pueda ser víctima de la violencia, e incluso hasta empiece a considerarse algo "normal" recibir malas noticias. Me sorprendió mucho escuchar que se están repartiendo trípticos de protección civil en donde se especifican los pasos a seguir en caso de estar presente en una balacera o persecución, y hasta como debes responder en caso de que sufras un enfrentamiento si intentan robarte tu vehículo. Está bien que quieran instruir a la ciudadanía, pero yo recuerdo haber recibido trípticos de protección civil para prevención en caso de sismos, incendios, huracanes, sequías, y diferentes desastres naturales ante los cuales el hombre no puede hacer nada. Pero, pensar que el hombre está tratando de prepararse para defenderse del mismo hombre, me parece realmente triste y algo a lo cual no deberíamos de tener que acostumbrarnos, sin embargo es lo que está sucediendo actualmente.

La buena noticia es que con todo esto he podido comprobar una vez más que para los hijos de Dios todo es diferente. Que ante la maldad desatada en el mundo realmente el único refugio seguro es Jesús. Pues cuando estás cerca de Dios, puedes estar viviendo en medio de la situación más funesta y aun así no ser afectado por ella.

Mi hermano y yo rentamos un departamento y hace unas semanas nuestros inquilinos se fueron debiéndonos meses de renta, dejándonos un alto adeudo en recibos de luz y agua, nos robaron dos camas y varios muebles, destruyeron las persianas, paredes y tumbaron las puertas. Lo peor de todo es que el contrato no se había renovado y todos pensaban que no habría manera de recuperar el dinero de los daños. Definitivamente fué un descuido de nuestra parte. No obstante, contamos con que tenemos a un Dios fiel que defiende y protege a sus hijos. Nosotros confiamos en Dios y mi hermano habló con los jefes de estas personas, y a las dos días ¡ya nos habían depositado más de quincemil pesos cubriendo el total de la deuda!

Así de hermoso es el Señor, asi de grande es su poder; así de fiel, amoroso y protector es para con sus hijos. Por eso es que los tiempos del mundo y los tiempos de Dios son muy diferentes, pues si el mundo vive tiempos de inseguridad, en Dios podemos estar seguros. Si afuera se anuncian crisis, con Él podemos disfrutar de la abundancia de las riquezas de su gloria. Si la multitud se vé afectada por el temor y el desespero, en Cristo tenemos paz y tranquilidad aun estando en situaciones adversas. Si el sentir de la gente es de tristeza y desánimo, los hijos de Dios podemos disfrutar de su gozo y aliento confiando en que su palabra es verdad, y que para los que le aman "todo les ayuda para bien".

Por ello es que si alguien me pide mi opinión sobre la "situación actual", yo les digo que mi familia y yo estamos muy bien, porque yo he encontrado el único refugio seguro: Cristo. Y mientras no me aparte de ÉL, Dios tendrá perfecto cuidado de mí, y de los míos.

"El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de la venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová para gloria suya".

Isaías 61:1-3

domingo, 28 de febrero de 2010

"Sirve a Dios con amor"



"Haya pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres".

Filipenses 2:5-7

Que impactante es leer ésta palabra e imaginar como Jesús en su majestad y poder, decidió despojarse de sí mismo para servir entre los hombres. Es impresionante pensar en la magnitud del amor con el que Cristo nos amó. Amor suficiente como para dejar la casa de su Padre y venir a un mundo corrompido. Amor tan fiel como para continuar con su misión a pesar del rechazo y la persecución que experimentó en su trayecto en la tierra. Un amor ilimitado que le llevó a humillarse frente a un pueblo rebelde, siendo nada menos que el Hijo del Rey de reyes. Un amor paciente que le permitió predicar entre hombres necios y engreidos. Un amor apacible para convivir con publicanos, mercaderes y pescadores. Un amor sensible que conmovió su corazón ante los pobres y afligidos. Un amor tan fuerte que lo mantuvo firme hasta la cruz.

Si la característica que salta a primera vista al analizar la vida de Jesús, en todo tiempo es el amor. ¿Por qué nos cuesta tanto desarrollarlo? ¿Será que más bien, no ponemos la mira en él?. Si Dios nos dice que lo hagamos todo con amor, ¿Por qué será que hay personas que dicen conocer a Dios, y no reflejan ni una gota de ese amor en sus vidas? ¿Podremos conocer a Dios y no amar?

No, yo creo que definitivamente eso es imposible. Cuando uno comienza verdaderamente a buscar a Dios, y a conocerle, al mismo tiempo empieza a llenarse de su amor, porque "Dios es amor". La cuestión aquí, es que muchas veces llegamos a Cristo y en lugar de poner nuestros ojos y nuestro corazón en Él, desviamos nuestra atención hacia las formas religiosas. Y conforme vamos caminando con la vista en ellas, cada vez determinan más nuestra manera de pensar y por ende, nuestra manera de actuar. Sin darse cuenta uno puede estar adentrándose más y más en un estilo de vida religioso, basado en normas y paradigmas a los cuales hay que ajustarse, y sin embargo, no llegar a conocer a Dios. Por el contrario, el concentrarse demasiado en cuestiones de doctrina suele alejar a las personas de la escencia del carácter de Cristo.

Dios no quiere una iglesia llena de fariseos prontos para alzar la mano y señalar los errores del prógimo. Él anhela un pueblo que tenga su "mismo sentir" de amor y servicio. Un iglesia que realmente refleje el carácter de su Dios, y manifieste su amor en el trato con los demás.

Últimamente he conocido muchas almas decepcionadas de Dios y ajenas a Él, que han determinado no buscarle, porque se han topado con personas que dicen conocer a Dios, y muestran una conducta totalmente opuesta a la que Él desea formar en nosotros. Inclusive hay testimonios de gente que fué herida profundamente por alguien que se decía ser "Cristiano", y en consecuencia han cerrado su corazón a Dios, sin ni siquiera permitirse conocerlo en verdad.

Amigos y hermanos, el ser embajadores de Dios implica un agran responsabilidad. Como representantes suyos debemos adoptar sus mandamientos y estatutos, pero sobre todo, necesitamos conocer su corazón, y vivir su amor diariamente. No podemos representar a alguien a quien no conocemos.

Es por eso que la vida del cristiano debe girar en torno a Cristo, y no a una religión. Más bien, debe ser una relación íntima con el Señor en la cual podamos conocerle más cada día y llenarnos de su perfecto y dulce amor. Mismo amor que se verá reflejado a través del servicio a Dios. Un servicio en el cual podamos hacernos los últimos para que Cristo sea exaltado, y muchos más puedan ser atraídos por su amor.

Lo importante del servicio no son los títulos, ni haber quien hace más o quien hace menos. Tampoco es una competencia que hay que ganar, ni una imposición que se deba cumplir por obligación. Lo importante es llevar una vida dedicada al Señor, con un corazón agradecido, derramado ante Él. Es usar aquellos dones que Dios te ha dado para fructificar en esta tierra. Es, sin importar tu área de trabajo, "hacerlo todo con amor".

miércoles, 20 de enero de 2010

¿Torbellino de estrés?


Cuando sentimos que hemos caído en el torbellino del estrés, pareciera que ya nada puede detener ese círculo vicioso que se apodera de nosotros y nos sacude por todos lados.

Suele suceder cuando tenemos demasiada carga de trabajo, o de presiones de distinta índole. Nos enfocamos tanto en ello, que de pronto un día nos encontramos dentro de ese torbellino. No sabemos en que momento comenzó, ni como fué que pasó, sin embargo caemos en cuenta de que estamos siendo llevados por la corriente y cada vez tenemos menos fuerzas para salir de ella. ¿Cierto?

Bueno, no sé como te suceda a tí. Pero a mi me ha pasado ya en varias ocasiones. Esos torbellinos de estrés me han llevado a dar al hospital y a poner en resgo mi salud física y espiritual. Y al experimentar esta situación he podido observar a otras personas que como yo, han luchado o se encuentran luchando con lo mismo.

Esta semana ha sido para mí un torbellino total. Pero hoy, al platicar con Dios me recordó que mientras estemos trabajando en lo que nos toca, la carga la debe de llevar Él y no nosotros. Y que aún en tiempos de mucha actividad y esfuerzo, su voluntad es que mantengamos la paz, y la confianza suficientes para darnos un respiro y escuchar lo que Él quiere sacar de todo ésto en nuestra vida.

Por más larga que sea la lista de "pendientes" en nuestro día, Dios debe permanecer siendo la prioridad, y el piloto de nuestro carrito de mandados. Pues de no ser así, ¿cómo sabremos qué tomar? ¿que debemos dejar? ¿qué es lo que más nos conviene? ¿a qué pasilllos debemos dirigirnos? o ¿cuanto tiempo podemos invertir?

Si lo hacemos en nuestra propia prudencia y sabiduría es muy probable que terminemos vencidos o de plano explotemos por el estrés. En cambio si pedimos la dirección, y la ayuda de Aquél que todo lo sabe y quiere lo mejor para nosotros, seguramente saldremos bien librados de cualquier prueba, y no solo disfrutaremos de los resultados de la misma, sino aun del transcurso de todo nuestro itinerario de trabajo. Porque cuando le damos la libertad a Dios de tener el control en nuestra vida, Dios no se limita a hacer pequeñas intervenciones. "Dios trastorna radicalmente todo lo que toca".

Así que te comparto la siguiente palabra con amor, porque así es como la he recibido de mi Padre, y así es como Él te la quiere dar a tí:

"Escucharé lo que hablará Jehová Dios;
Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
Para que no se vuelvan a la locura".

Salmo 85:8


"La misericordia y la paz se encontraron;
La justicia y la paz se besaron.
La verdad brotará de la tierra,
Y la justicia mirará desde los cielos.
Jehová dará también el bien,
Y nuestra tierra dará su fruto.

La justicia irá delante de él,
Y sus pasos nos pondrá por camino".

Salmo 85:10-13


sábado, 16 de enero de 2010

Una Canción de Amor


Dios, yo te quiero enamorar
y una sonrisa dibujar
en tu rostro cada día
con mi vida

Dios, quiero hacerte suspirar
y de mis manos darte
los más bellos detalles
quiero amarte como a nadie

Dios, hoy te quiero cantar
una canción de amor
directo a tu corazón
que viene desde mi interior

Que permanezcas siempre tú aquí,
hacer todo para tí
provocarte a quedarte
aunque sé que no hace falta
pues me amas como a nada

Como deasearía poder
darte los más grandes regalos
¿pero cómo hacerlo?
si todo lo que tengo es de tí

Y ahora veo que nada poseo
para poderte ofrecer
insuficiente soy
pero tú te has fijado en mí

Señor del cielo
permíteme cantarte
una canción de amor
directo a tu corazón
que viene desde mi interior

Concédeme adorarte Dios
con esta canción de amor
que elevará mi voz
como un susurro a tu oído

No tengo más regalos Dios
que está canción de amor
la he compuesto para tí
intentando descubrir...

Si puedo agradarte,
un poquito más.