jueves, 15 de abril de 2010

"El Único Refugio Seguro"


Todos los que vivimos en Tampico Tamaulipas hemos sido partícipes de la situación de inseguridad que se vive actualmente en nuestra ciudad. El temor se percibe en las calles, las familias preocupadas por sus hijos procuran no salir de sus casa, y algunos no los envían a la escuela. El tráfico ha disminuído en los últimos días, y la ciudad se mira triste y angustiada. La gente se pregunta cuándo terminará todo esto, y si es que terminará.

Recientemente he escuchado múltiples comentarios y opiniones al respecto, en los cuales la mayoría de las personas concuerdan que en esta época "ya no hay ningún lugar seguro", y que por eso es mejor que hagas lo que tengas que hacer porque "en cualquier lugar te puede tocar". ¿Qué inclreible no? que la sociedad ya comienza a costumbrarse a vivir de esta manera, a la expectativa de que en cualquier momento pueda ser víctima de la violencia, e incluso hasta empiece a considerarse algo "normal" recibir malas noticias. Me sorprendió mucho escuchar que se están repartiendo trípticos de protección civil en donde se especifican los pasos a seguir en caso de estar presente en una balacera o persecución, y hasta como debes responder en caso de que sufras un enfrentamiento si intentan robarte tu vehículo. Está bien que quieran instruir a la ciudadanía, pero yo recuerdo haber recibido trípticos de protección civil para prevención en caso de sismos, incendios, huracanes, sequías, y diferentes desastres naturales ante los cuales el hombre no puede hacer nada. Pero, pensar que el hombre está tratando de prepararse para defenderse del mismo hombre, me parece realmente triste y algo a lo cual no deberíamos de tener que acostumbrarnos, sin embargo es lo que está sucediendo actualmente.

La buena noticia es que con todo esto he podido comprobar una vez más que para los hijos de Dios todo es diferente. Que ante la maldad desatada en el mundo realmente el único refugio seguro es Jesús. Pues cuando estás cerca de Dios, puedes estar viviendo en medio de la situación más funesta y aun así no ser afectado por ella.

Mi hermano y yo rentamos un departamento y hace unas semanas nuestros inquilinos se fueron debiéndonos meses de renta, dejándonos un alto adeudo en recibos de luz y agua, nos robaron dos camas y varios muebles, destruyeron las persianas, paredes y tumbaron las puertas. Lo peor de todo es que el contrato no se había renovado y todos pensaban que no habría manera de recuperar el dinero de los daños. Definitivamente fué un descuido de nuestra parte. No obstante, contamos con que tenemos a un Dios fiel que defiende y protege a sus hijos. Nosotros confiamos en Dios y mi hermano habló con los jefes de estas personas, y a las dos días ¡ya nos habían depositado más de quincemil pesos cubriendo el total de la deuda!

Así de hermoso es el Señor, asi de grande es su poder; así de fiel, amoroso y protector es para con sus hijos. Por eso es que los tiempos del mundo y los tiempos de Dios son muy diferentes, pues si el mundo vive tiempos de inseguridad, en Dios podemos estar seguros. Si afuera se anuncian crisis, con Él podemos disfrutar de la abundancia de las riquezas de su gloria. Si la multitud se vé afectada por el temor y el desespero, en Cristo tenemos paz y tranquilidad aun estando en situaciones adversas. Si el sentir de la gente es de tristeza y desánimo, los hijos de Dios podemos disfrutar de su gozo y aliento confiando en que su palabra es verdad, y que para los que le aman "todo les ayuda para bien".

Por ello es que si alguien me pide mi opinión sobre la "situación actual", yo les digo que mi familia y yo estamos muy bien, porque yo he encontrado el único refugio seguro: Cristo. Y mientras no me aparte de ÉL, Dios tendrá perfecto cuidado de mí, y de los míos.

"El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de la venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová para gloria suya".

Isaías 61:1-3

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