Dios es detallista

Algunas semanas atrás alguien me recordó una frase que desde hace mucho no escuchaba. Es una frase que te aseguro que conoces pues es bastante famosa. Terminaba una conversación con una persona y después de despedirnos me dijo: "Que diosito te bendiga".

Lo vez, te dije que la conocerías. Esa frase mundialmente conocida que anda de boca en boca, misma de la cual yo era potencial promotora antes de conocer a Dios realmente. Y no estoy hablando de religión, estoy hablando de la personalidad de Dios. Es increible como viví engañada tantos años creyendo que Dios era un "diosito" que de vez en cuando decidía tomar parte de mi vida. Un diosito que podia llevar conmigo en la bolsa o en una medalla; un diosito al cual yo le hablaba pero que nunca respondía; un diosito lejano que parecía estar en el cielo con la vara en la mano listo para juzgar; un diosito que contradictoriamente parecía ser bastante injusto y bastante cruel. Vaya que era complicado ese diosito, y vaya que andaba bastante perdida.

Hoy, varios meses después de haber dejado de creer en esas mentiras puedo decirte alegremente que DIOS es un DIOS GRANDE Y MAJESTUOSO. Y a la vez, un Dios bueno que se acercó a mí y que me ha permitido conocerle de distintas maneras. Y que poco a poco se ha mostrado en mi vida de diferentes formas, todas ellas maravillosas. Tan maravillosas que no puedo elegir aún cuál de ellas es la que más me ha impactado.

Dios se ha acercado a mi vida como mi protector; como mi sanador; como mi confianza y mi paz; como mi proveedor; como mi salvador; como mi Padre celestial, como mi amigo fiel; como mi defensor, como mi ayudador; como mi libertador; como mi refugio, como mi fortaleza, como mi descanso, como mi esperanza y desde luego... como el amor de mi vida.

Sin embargo, he descubierto una característica de Dios que no había conocido y que ha tocado mi corazón de una manera muy profunda, pues por más que lo analizo me resulta muy dificil entender como es que Dios siendo el Creador y Señor del universo, el Todopoderoso, el Majestuoso y Soberano rey... se toma el tiempo de ser un Dios detallista. ¡Así es! ¿Suena increible verdad? Dios en toda su gloria y su grandeza, y con tanto trabajo en sus manos no se limita ni se conforma, y no le basta con venir y morir por nosotros para salvarnos y tenernos junto a ÉL por la eternidad, ni le es suficiente librarnos del mal y apartarnos de la desgracia, sino que además de todo lo mucho que ya ha hecho por nosotros, (quienes por cierto no merecemos nada) Dios sigue extendiendo su amor y su misericordia al grado de pensar en los más mínimos detalles que tú y yo anhelamos recibir en ésta vida.

Acabo de mudarme hace algunas semanas y desde entonces no me había dado un tiempo exclusivo para reflexionar en todo lo que Dios me había ayudado en el proceso. Cuando lo hice me sorprendió ver la cantidad de cosas que Dios me ha dado, y me entristeció reconocer lo poco que le he agradecido. Cuando llegué a esta casa, el espacio que sería mi cuarto estaba vacío, y quiero compartirte que desde entonces Dios se ha encargado de llenarlo. Necesité una cama, y Dios me la dió, necesité un desperatador para levantarme más temprano y Dios me lo dió; necesitaba un trabajo para obtener ingresos y Dios me lo dió, y además acomodó mis horarios de la escuela para poder mantenerlo. Dios también me dio una beca para estudiar, y unos lentes que necesitaba desde hace mucho para poder leer mejor. Entonces tuve casa, trabajo, escuela, comida y ahora necesitaba fuerza para poder con todo, y Dios me la dió. Estuve enferma y Dios me sanó; estuve sola y Dios me acompañó; estuve triste y Dios me alegró. Y encima de todas éstas bendiciones que Dios me ha dado y que no podría terminar de contarte nunca, Dios también me ha dado regalos extras, los cuales podría considerar como lujos. Y para ser más específica te contaré que días antes de mi cumpleaños anhelé tener una blusa en especial que me gustó mucho. Era un simple blusa sin mucha importancia, pero a mi me gustó porque era de un estilo que siempre había querido y que no había podido encontrar antes. Sin embargo no tenía dinero para comprarla así que decidí olvidarlo. Pues adivina que, para el día de mi cumpleaños tenía no solo una sino tres blusas como esa y todas regaladas. Dios también me las dió. Y ¿sabes que es lo que más me sorprende? que yo ni siquiera se las pedí. ÉL supo lo que yo anhelaba, y me lo dió multiplicado. >Dios conoce los anhelos de tú corazón<

¿Te das cuenta?, Éste puede ser un ejemplo muy sencillo, pero lo importante es que Dios no nadamás se ocupa de nuestra vida de manera general, ÉL mira aún las cosas más pequeñas. "Dios busca conquistarnos con sus detalles".

¿Puedes entender tanta belleza? Porque yo no. Y sabes que... en realidad ya no me interesa mucho entenderla, me interesa vivirla y corresponderla.

Así que si tú eres de esos que pensaban que "diosito" te bendeciría algún día, déjame decirte que mientras le sigas pidiendo a esa miniatura que te ayude lo más seguro es que no recibas más que una miniatura de vida. No se tú, pero yo no quiero ser bendecida ni protegida por ningún "diosito". Yo quiero ser bendecida por el DIOS TODO PODEROSO, quien además de ser el ÚNICO DIOS VIVO, REY DEL CIELO Y DE LA TIERRA es un DIOS DETALLISTA.

Y así como ÉL nos dá de sus detalles, también mira cada uno de nuestros detalles. Dios conoce tus detalles, aunque tú no se los digas. ÉL sabe que es aquello que más anhelas y aquello que más detestas. Dios recuerda el regalo que querías cuando tenías cinco años y que nunca llegó. Dios sabe lo que te dijo tu amiga que te dolió tanto. Dios vió cuando te pasaste la noche estudiando para ese exámen, y también estuvo allí cuando te quedaste a trabajar horas extras. ÉL tiene presente el día en que te quedaste despierto toda la noche pensando el problema que tanto te angustiaba, y se acuerda perfecto de esa vez que se te hizo tarde y que nadie te creyó. Dios ha visto tu caminar diario y ha sido testigo de cada uno de tus esfuerzos. Incluso, Dios sabe que estás pensando justo en este momento.

Y aún cuando Dios te conoce a la perfección y le han dolido todas las veces que lo has ignorado. A Dios le interesan más las veces que has intentado buscarlo. Le importan más las veces que has estado enfermo y has sanado, las veces que te has caído y te has levantado, las veces que te sientes perdido y que has triunfado; las veces que has llorado y te has alegrado; las veces que has reído; y las veces que como hoy... te has dado un tiempo para escucharle.

Por eso, Dios piensa que vales la pena tanto como para seguirte amando eternamente, y aunque quizá todavía no lo conoces o no has querido acercarte a ÉL, para Dios sigue valiendo la pena ser detallista contigo e intentar conquistar tu corazón.


"Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia".

Jeremías 31:3