jueves, 26 de noviembre de 2009

Si Supieran...

Oh Señor, ¿Qué es el hombre sin tí?
No es más que una barca sin timón y sin vela
Que se deja llevar por las corrientes
de sus emociones y sus pensamientos
modelados por el mundo...

Cuan desdichado es aquél que no te conoce,
Cuan indefenso, cuan frágil, cuan inseguro
Y cuan expuesto a los estragos del pecado...

Es tal su engaño,
Que cree poder tener el control absoluto de su vida.
Que cree poder manejar la situación
Sin que nada se escape de sus manos...

Como aquél multimillonario
Tan seguro de su "poder",
Que piensa poder comprarlo todo
Incluso la felicidad.

Como el cientifico más reconocido
Quien dice tener todas las respuestas
Y vive para tratar de probar al mundo
Lo misterios que sólo Tú conoces.

Como el liberal, que proclama su libertad
Y su vida de deleites,
Mientras en él esconde la insatisfacción insaciable
Del que lo ha probado todo.

Como el que vive de apariencias,
Mostrando su mundo color de rosa a la sociedad,
Y al cruzar la puerta de su casa
Recuerda el color de una familia que se desmorona.

Como el materialista,
Nacido en cuna de oro
Y criado una esfera de cristal,
De la cual se vuelve prisionero.

Como el intelectual,
Que puede hablar de todos los temas
Y tiene conocimiento de casi todo,
Excepto de quien es él,
Y que hace en éste mundo.

Si supieran que solo se engañan a sí mismos.
Si conocieran que su poder y su sabiduría son apenas nada,
Y que bastaría con que Tú lo desearas para que su vida
Terminara en un segundo.

Si comprendieran que ni todas sus posesiones,
Ni la suma de su dinero,
Alcanzarían jamás para obtener el perdón
Que por tu sacrificio en la cruz pueden recibir.

Si entendieran que sus esfuerzos
No serán suficientes el día del juicio,
Y que sólo por tu gracia
Pueden ser librados de la muerte y recibir salvación.

Si puedieran verse
Con los ojos con que Tú los ves.
Si supieran
Que a pesar de que huyen de tí
Dependen de tu mano.

Si vieran como Tú conoces a la perfección
Todo eso que ellos ocultan.

Si tan solo se decidieran a buscarte,
Si por lo menos se detuvieran a escucharte.
¡Cuánto se sorprenderían de encontrarte!
Cuánto se arrepentirían del tiempo que pasó.
Cuánto se dolerían por los que perdieron su oportunidad.
Cuánto se asombrarían de la fidelidad y la grandeza de tu corazón.
Pero sobre todo mi Señor,
Cuánto se enamorarían de Tí.


Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.

Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Detrás y delante me rodeaste,
Y sobre mí pusiste tu mano.

Tal conocimiento es demasiado maravilloso
para mí;
Alto es, no lo puedo comprender.
¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿Y a dónde huiré de tu presencia?
(Salmo 139:1-7)

¡Cuán preciosos me son oh Dios,
Tus pensamientos!
¡Cuán grande es la suma de ellos!
Si los enumero, se multiplican
más que la arena,
Despierto, y aún estoy contigo.
(Salmo 139:17-18)


Queridos amigos,
Es tan triste ver cuantas almas sin Dios hay en la tierra.
Cuántos le han dado la espalda, sin siquiera conocerle,
Y han optado por vivir en búsqueda de "falsos dioses"; de
"deleites pasajeros"; de "contaminación" que sólo endurece
más su corazón.

Hermanos, nosotros conocemos que Dios es real.
Que transforma vidas; que trae libertad;
que sólo en Él hay plenitud de gozo; que sólo en Él
hay salvación. Que todo aquél que no le reciba,
se perderá.

Hermanos, todos nosotros, tenemos algo en común:
"Que el amor de Dios nos alcanzó".
Oremos para que muchos más sean alcanzados
por ese mismo amor, y para que podamos ser
conductos de ese amor sobrenatural.



"¿Cómo pues invocarán a aquel en el cual no
han creído? ¿Y como creerán en aquel de quien
no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les
predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?

Como está escrito:
¡Cuán hermosos son los pies
de los que anuncian la paz,
de los que anuncian las buenas nuevas!".

Romanos 10:14-15

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