"Dios será alabado eternamente"

Debido a la alerta sanitaria que se ha dado en nuestro país, el domingo pasado todo el pueblo de Dios asistió a la congregación con cubrebocas. Dado que fué una disposición de las autoridades nadie podía entrar sin él. Debo admitir que al principio me pareció algo gracioso ver a todos los hermanos con el cubrebocas puesto, pero, cuando estábamos en el tiempo de alabanza vino a mi mente un pasaje de la Biblia que me encanta...

"Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo:

¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!

Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro reprende a tus discípulos. Él respondiendo les dijo: "Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían".

Lucas 19:37-40.

Vaya, que hermosa y reveladora respuesta del nazareno, del hermoso Príncipe de paz. Ciertamente... por mucho que los tiempos cambien y cambie también la moda, aunque vengan crisis y enfermedades, a pesar de los desempleos y la taza de inflación, aun cuando...

..."la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar, aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza"...

"DIOS SIGUE SIENDO DIGNO DE ALABANZA"

...Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario de las moradas del Altísimo" 

Salmo 46:2-4

A pesar de que nuestras bocas estaban cubiertas, el cántico del pueblo de Dios podía escucharse. Un canto de vida que manaba del corazón; un canto de adoración en espíritu y en verdad se elevaba a lo alto del cielo para el Rey de Reyes.

Así pues,

-En el inicio...          "Alababan todas las estrellas del alba". (Job 38:7)

-Hoy...                     "La iglesia alaba a Dios con todo y cubrebocas".

-En el futuro...       sabemos que vendrán tiempos de mayor dificultad en donde el enemigo usará sus recursos más siniestros para tratar de enmudecer al pueblo de Dios. Pero recordemos él está vencido, y lo mejor de todo es que aun cuando Satanás llore, grite y patalee no le daremos gusto pues "DIOS SERÁ ALABADO POR SU PUEBLO ETERNAMENTE".

"Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado, TE ALABAREMOS PARA SIEMPRE; De generación en generación cantaremos tus alabanzas".

Salmo 79: 13