¿Voy por la calle correcta?

Supongo que les ha pasado...

Sentir que el tiempo pasa muy aprisa y que los logros obtenidos son pocos, que a pesar del esfuerzo parece no haber resultados. Ponle el título que tu quieras: trabajo, escuela, relaciones, sueños, ministerio, proyectos, negocios, etc. ¿No has sentido que pareciera como si todo el mundo avanzara y tu siguieras en el mismo lugar? ¿que por más intentos que hagas no logras dar en el punto que "tu quieres"? y entonces viene la desesperación, la angustia, los miedos, etc.

Justo en ese sentir estaba mi corazón el día de ayer, y al parecer lo compartía con mi mejor amiga. Platicaba con ella y ambas nos quebrábamos la mente por obtener la mejor respuesta a nuestras dudas, acerca precisamente de logros no obtenidos, metas no alcanzadas, o como gusten llamarle. Era como si estuviéramos conduciendo al mismo tiempo por ese puente que parece nunca acabar y que por más que intentemos aumentar la velocidad y levantar la vista ¡no alcanzamos a ver el fin! ¿cómo saber si vamos por la calle correcta?, ¿en la dirección correcta?, ¿a la velocidad correcta?. Entonces vino la pregunta aterrorizante... ¡¿Y si todo este tiempo hubiésemos corrido a toda velocidad por la carretera equivocada?! NOOO, ni siquiera me atreví a considerarlo, era demasiado ilógico, se supone que hemos tratado de hacer lo mejor, entonces, ¿cómo saber si vamos bien? ¿quién nos dará el mapa, la brújula y el reloj?

En la noche me senté en mi cama y esa pregunta (que por cierto me provoca nauseas) no dejaba de dar vueltas en mi cabeza. Estaba a punto de iniciar mi tiempo con Dios y quería hacerlo en paz y sin distracciones, así que le dije a Dios: "Padre, tu sabes lo que aflige mi corazón pero yo confío en tí, por favor dame una palabra de aliento, en verdad la necesito". Iba a abrir la Biblia pero por alguna razón decidí comenzar con mi devocional...

Vaya que la magnificencia de Dios es sorprendente, la palabra que puso frente a mis ojos fue:

"Porque te tomé de los confines de la tierra, y de las tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mis justicia.
He aquí que todos los que se enojan contra tí serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo.
Buscarás a los que contiendan contigo y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra.
Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo."

Isaías 41:9-13.

¿Leyeron bien eso? si no es así, por favor háganlo de nuevo.

Dios, el TODOPODEROSO, DUEÑO DE LOS CIELOS Y LA TIERRA ¡no solamente se toma la molestia de contestarme! encima me dice que ¡¡ÉL me lleva de la mano y me ayuda!!

¿No es increíble? El creador de los mares guiándonos en nuestro camino. Wow, vaya que la paz de Dios (¡que realmente sobrepasa todo entendimiento!) regresó a mi corazón instantáneamente. Ahora si que estoy tranquila porque se quien tiene el volante de nuestro auto, y desde luego no soy yo, ni mi mejor amiga, sino DIOS, que todo lo sabe y sin duda no se equivocará de ruta, nos llevará por la mejor.

Así que si estás confundido o confundida no es necesario que busques esos anuncios (que nunca están cuando los necesitamos) en la carretera, mejor abre el único mapa infalible: La Biblia, si buscas bien seguramente tu Padre te dará un "soplo de vida" y devolverá la paz a tu corazón.